Chuva

Llueve bonito...
Llueve y estoy sola...
Sola y con una mancha culiá en mi mano me que me duele mas de lo que realmente es.
Me duele en el corazón. Me duele porque sé qué significa. 

Mancha culiá.
O llaga como le digo yo ... 

Y le echo la culpa al viento, al aliento, al tormento y a la vida que me ha hecho decidir... Y no tanto porque se ha encausado sola ya que no me quedaban muchas ganas de seguir intentando. Ahora solo callo.

No miro a los ojos porque me inundan, me seducen, me emboban, me alteran. Prefiero no mirar, ni saludar, ni cortejar, ni demostrar interés, ni nada. Prefiero callar.
Mancha culiá, puta que me da rabia la estupidez de mancha. Y mi poca valentía, mi poco desempeño, mis ganas nubladas por la flojera, la pena, el aburrimiento y las ganas locas de volver a ver mi destino, mi inspiración, sentado en una banca esperando verme pasar... Y que se pare nervioso por que ya me encontró. Y sabe que es mi inspiración. Y que todo el puto día busco la inspiración... Y el destino ya me encontró. Vino a mi casa en el verano y dejó la cagá.
Yo no había cachao, pero así fue. Que luego se hiciera presente ante mis ojos y con esas manos infinitas que me imagino yo, no es culpa mía.
No sirvió de nada esconderme tanto, al final igual me encontró. En mi casa, en mi pieza, en mis sabanas, en mi esencia me encontró. En la noche, oscura y sola en un rincón me encontró.
Sintió mi cariño sincero y se asustó, y por eso ahora te busco destino...

Escucho la lluvia y me da miedo, como cuando me acerco mucho a mis deseos, como cuando veo claro y sin ningún tipo de velo el sentimiento real que abunda en el corazón ajeno...
Me encanta la lluvia, pero me da miedo...