lunes, 1 de octubre de 2012

Menos con menos, más.

A la gente distinta la ve gente distinta.
Y es super frustrante que hayan tan poquitos en este mundo tan grandote.

No me puedo dejar de preguntar por qué el mundo le tiene miedo a lo distinto, por qué ese afán de repeler todo aquello que no sea conforme a la regla... o a lo periódico  No sé si me explico bien, pero sé que algún "extraño" por ahí me comprenderá.

Incluso hay algunos con facha de raros pero que en verdad valen callampa porque discriminan al igual que todos los demás.
Yo solía discriminar a la gente, a todo el mundo, no me cansaba; hasta que me di cuenta de que la que desentonaba no era la gente precisamente.

A veces cansa que te miren porque si o porque no, que las minas se vuelvan locas y la pescá, que los varones se escapen intimidados, que las viejas te miren como si fuerai una actriz de antaño, que los viejos pongan cara de seducción y los escolares también. Cansa a veces poder mirar sobre el promedio, ocupar más espacio que el promedio, parecer más que el promedio. Por eso yo no miro a la gente cuando voy en la micro, por eso las personas me reclaman que no las saludé al pasar, por eso no miro a los ojos, por eso no me gusta que me toquen, por eso me pongo triste y a veces me pongo contenta.

A veces miro al espejo y no lo deseo cambiar, a veces miro mis manos y las guardo para que puedan descansar, a veces dejo que mi mente aterrice y vea el mundo tal cual... a veces, solo a veces, me dejo libre y puedo pensar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario